La celebración de eventos es uno de los recursos más usados por las empresas y compañías a nivel global en cuanto se refiere a la construcción de la reputación y awareness (Conocimiento, percepción, recuerdo) de sus marcas, y con las nuevas formas de comunicación, se hace indispensable grabar en vídeo lo que suceda en ellos.
En definitiva, con este tipo de vídeos se busca generar imagen de marca, branding, equipo, y en general, imagen corporativa.
Es un factor elemental, y el formato audiovisual –el vídeo– funge como un amplificador exponencial de las potencialidades de este recurso.
Gracias al vídeo, no sólo la visibilidad y el alcance del evento se hace mayor, sino que inmortalizamos el acontecimiento, que puede ser repetido y revivido posteriormente tantas veces como quieran los usuarios.
No obstante, este recurso compuesto no es de uso exclusivo de empresas.
Funciona para las estrategias de marketing de cualquier organización pública o privada, como para el recuerdo de celebraciones íntimas de particulares igualmente.
Dentro del género de vídeos para eventos, existe la división entre vídeos para eventos propios y vídeo-resúmenes o “vídeo-eventos”; dependiendo del formato que se arregle (recursos comunicativos) y el objetivo que se persiga:
Es de mayor duración y más personalizado. Es la elección por defecto si se quiere hacer un registro integro de una ocasión en la que se explique los detalles o etapas de éste. Análogo a tipos de vídeo como el testimonial, el documental o el live-streaming.
Si por el contrario, se desea hacer un resumen breve de un evento, de corta duración, este será el más útil. De sesgo y elementos similares al vídeo promocional y al vídeo corporativo.
Frente al evento en cuestión, la apariencia de calidad del mismo es mil veces más importante que su desempeño real. De pintar esta apariencia se encarga el grupo audiovisual o el responsable de plasmarlo en vídeo.
Sea por la grabación de ciertos detalles simbólicos, como efectos lumínicos sobre edificios o proyecciones con vídeo maping, las apariciones del logo de la organización, las reacciones de las personas llegando, fragmentos de la demostración de un producto, etc.
Estos detalles sobre los que se pone más atención y metraje, son diseñados y desarrollados para ajustarse al refuerzo de marca de cada empresa.
El cortometraje de un evento contribuye a hacer crecer el perfil de la organización en cuestión, de cara a clientes y futuros clientes, así como de cara a inversores.
En la economía contemporánea dominada por el mercado de “experiencias” y “momentos”; los vídeos de charlas, ferias, conferencias y congresos se mercadean como pan caliente.
Si tienes planeado celebrar un evento en tu empresa o negocio, y quieres inmortalizarlo y divulgarlo por redes sociales o en tu canal de Youtube, no dudes en rellenar el siguiente formulario. Te responderemos en un plazo muy breve, y te asesoraremos desde el primer email:
